¿Esto cómo se come?
Artículo 4. Prohibiciones
1.p) Emplear animales en
circos, atracciones, ferias y eventos similares que tengan lugar en el
municipio de Conil de la Frontera (…)
Las ordenanzas están para cumplirlas, y estás también. Los
primeros que deben ser consecuentes con sus actos políticos son nuestros
gobernantes. Nadie les obligó a llevarlas a cabo ni a incluir dicha
prohibición. Prohibición, que dicho sea de paso, muchos aplaudimos. Ahora miran
para otro lado y deciden saltárselas, permitiendo la presencia del Berlín Zirkus, un circo con animales
que ya ha sido denunciado por maltrato animal.
Si bien es cierto que se escudarán en el hecho de que todavía
no están publicadas en el BOP de Cádiz, no es menos cierto que ya están
firmadas por el alcalde y aprobadas en el pleno:
Habiéndose aprobado inicialmente en sesión
plenaria de 27/09/2012 la Ordenanza Municipal de Reguladora de la Tenencia de
Animales de Compañía derogando la ordenanza vigente, se abre un plazo de
información pública de treinta días a contar desde el siguiente a la
publicación del presente anuncio en este Boletín para que los interesados
puedan presentar las reclamaciones y sugerencias que estimen oportunas. A falta
de reclamaciones, el acuerdo se entenderá elevado a definitivo.
Conil de la Frontera, a 24 de octubre de 2012.
EL ALCALDE, Fdo.: Juan M. Bermúdez Escámez
Nº 70.331
Podemos comprender, como así hemos manifestado personalmente
a nuestros “mandatarios”, que pueda tratarse de un mero error, algo que todos
podemos cometer. Sin embargo es inasumible, y no lo hacemos, que se nieguen a
subsanarlo pudiendo hacerlo. ¿Por qué razón? ¿Dejadez? ¿Miedo a que los
patronos del circo puedan actuar contra el Ayuntamiento? ¿Y qué si lo hacen?
Ustedes tienen las bases jurídicas, aplíquenlas. Pero claro, son poderosos y
tienen dinero, y es ahí cuando se debe medir la calidad de nuestros
gobernantes: ¿proteger la injusticia del poderoso o la justicia del ciudadano
que apela a sus leyes?
Mucha pancarta barata, mucho lenguaje igualitario, pero a la
hora de la verdad todos se encogen cuando se trata de batallar contra un
enemigo poderoso.
En definitiva es la lucha tantas veces repetida del
ciudadano indefenso, perplejo y avasallado, contra los poderes políticos que
hacen y deshacen a su antojo sintiéndose impunes.
Hoy estas ordenanzas son papel mojado, mañana podría
tocarles el turno a otras, quién sabe, todo estará en función del que ostenta
el mando. Qué grande la democracia, sobre todo la participativa.