Cabo de Roche al atardecer
En el PGOU de Conil aprobado en el año 2001, el Cabo de Roche (desde el Puerto Pesquero hasta la Cala del Aceite) y el Pinar (que discurre a lo largo del río Roche), están recalificados como suelos de uso hotelero y residencial turístico, respectivamente.
Plano PGOU de Conil: Las zonas amarillas son los suelos urbanizables. La gran mancha roja es la Urbanización de Roche
Por un lado, el Cabo tal y como lo conocemos desaparecerá. Sólo es necesario que un promotor le eche el ojo para transformarlo y convertirlo en una pared de cemento y hormigón (sospechamos que ya hay uno: un joven empresario mallorquín de 70 años, apellidado Llul, que ya ha metido su taladora en el bosquecillo de la Fontanilla y que es responsable del complejo tropical recientemente inaugurado allí: el Hotel Gran Conil). Los hoteles gozarán de las más extraordinarias vistas sobre esta pequeña ensenada que se dibuja desde el Cabo de Trafalgar hasta el de Roche. Por contra, desde el lado donde el pueblo se asoma al mar, autóctonos y centenares de miles de turistas quedaremos privados del espectacular paisaje que ofrece el acantilado, coronado únicamente por la centenaria torre vigía reconvertida en faro. Y anularán las puestas de sol que desde niños venimos viendo y que a diario graban en sus cámaras digitales nuestros visitantes. Sin duda uno de los mayores reclamos turísticos de Conil. Y en nuestra Cala del Aceite, desde el mismísimo lugar que se debate entre “la vida y la muerte”, la inmensa mayoría no tendremos la oportunidad de disfrutar, como siempre lo hemos hecho, de esta maravillosa ensenada, que será entregada a un grupo de privilegiados, esa minoría de turistas ricos que se han quedado con lo mejor del pastel de nuestra maltratada costa. Solo esa exclusiva élite adinerada podrá adquirir una “habitación con vistas”, vistas que no deberían ser jamás suyas, que deberían ser de todos.
Por otro lado, el emblemático río Roche y el pinar que lo orla -desde la urbanización a la que da nombre, hasta su desembocadura en el puerto pesquero-, se convertirá en una zona turístico-residencial de alto standing, denominada ya por algunos como Roche2.
Hay lugares en este mundo en los que la “propiedad “ no puede valer como argumento o excusa para destruir o alterar nuestro patrimonio natural, y menos para beneficio puramente particular, o para aumentar las arcas de un reducido número de personas. Por muchos derechos, credenciales, sellos o firmas que otorguen el título de propiedad privada a estos espacios de alto valor natural y paisajístico, con el beneplácito y aquiescencia de la administración, son lugares que pertenecen a la humanidad y jamás deberían ser alterados. Y punto.
Desde la Asociación La Laja, amigos del patrimonio natural y cultural de Conil y PELP! salvar el palmar, pedimos que se descalifiquen dichos usos del suelo en pro de la conservación y protección del Cabo de Roche y su pinar, que se ha mantenido intacto a través de los siglos. Consideramos que la integridad física de este espacio único no puede quedar a expensas de un documento que ya no responde ni a las demandas de los ciudadanos ni a los tiempos que corren. El actual PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) se elaboró bajo la sombra de la especulación y “los excesos urbanísticos” tan comunes en la última década. Visto y padecido el fracaso del sistema, no queda otra que los ayuntamientos reculen y modifiquen sus planeamientos en favor de los nuevos tiempos y las demandas que actualmente, desde los diferentes foros sociales y desde las calles y plazas, se reclaman. La ciudadanía no puede estar esclavizada y sometida a documentos que con el tiempo, como se ha comprobado, han actuado contra ella misma y generado un daño irreparable en nuestros paisajes y entornos costeros. Entendemos el PGOU como un instrumento para ordenar el territorio de un municipio definiendo sus usos, y que éstos tienen que atender y recoger las demandas y necesidades de sus habitantes, por lo que si las circunstancias y las peticiones cambian, hay que enmendar los planes. Procede pues la modificación, si no total, si parcial, sobre los usos de los suelos mencionados y cuyo desarrollo urbanístico supondría un atentando no sólo contra la naturaleza, sino contra el clamor y la voluntad popular.
Los excesos se pagan y los ayuntamientos lejos de aprender la lección, siguen empeñados en continuar cometiéndolos, practicando la misma política mercantilista, abusiva, agresiva y oportunista. Una política que nos ha llevado a este futuro desastroso, que ya muchos previmos y denunciamos cuando se estaba inflando la burbuja inmobiliaria.
La previsible intención, recogida en el PGOU, de construir en estos espacios irrepetibles, lleva a La Laja a iniciar una campaña de información de cara a la ciudadanía, a la que se intenta mantener desinformada para evitar una movilización social. Ante esta actitud de ocultamiento del Ayuntamiento, basada en mantener aletargado el proyecto hasta que aparezcan inversores y se haga inviable la marcha atrás, La Laja asumirá el derecho a la información y a la opinión de la que toda sociedad es depositaria. Aquellos ciudadanos, residentes, visitantes ocasionales, turistas o cualquier persona preocupada por la devastación de nuestra costa, podrá mostrar su apoyo a La Laja, a PELp! y a esta iniciativa a través de su firma en el enlace de la campaña que aparece en la portada de nuestro blog. Estas firmas serán remitidas al Alcalde acompañando nuestra petición de reforma del PGOU y protección de estas zonas.
Exigimos cordura, coherencia y sensibilidad a nuestros políticos para que las generaciones venideras puedan disfrutar, retratar y retener en sus retinas esas espectaculares puestas de sol del Cabo de Roche, sin ladrillos, sin hormigón… sencillamente como siempre.
Cabo de Roche amaneciendo
EN EL ENLACE SITUADO EN LA PARTE SUPERIOR DERECHA (Petición Pública), PODRÁS FIRMAR PARA PEDIR AL ALCALDE DE CONIL LA DESCALIFICACIÓN DE ESTOS TERRENOS Y PROTEGERLOS PARA SIEMPRE, O PINCHANDO DIRECTANTE aquí
NO CONSIENTAS ESTO: