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domingo, 4 de diciembre de 2011

CÓMO SALVAR SU PALMERA

Paseo de la Conferencia (Algeciras) Sin comentarios...
                                           
Desde la Asociación La Laja queremos informarle que, en contra de lo que se piensa, las Palmeras se pueden salvar del ataque del Picudo Rojo y que el tratamiento no es tan caro como se cree. Una actuación preventiva, antes de que la palmera sea atacada, hará que el costo sea menor. Pero aun en el caso de que ya haya sido colonizada y esté visiblemente afectada, sepa que se pueden salvar y que tampoco supone un precio al que no se le pueda hacer frente. Lo que está claro es que con los tratamientos actuales, LAS PALMERAS, INCLUSO LAS QUE PARECEN QUE ESTÁN MUY AFECTADAS, SE SALVAN Y VUELVEN A BROTAR.
Palmera que, incluso sin haber sido saneada, con el tratamiento de inyectores está brotando. Se aprecia el lamentable estado en que estaba antes de tratarla (Sanlucar La Mayor)

Las palmeras de la variedad Canarienses fueron introducidas en la península ibérica de forma masiva hace más de 1300 años y forman parte no sólo de nuestros paisajes sino también de nuestra cultura.  En algunos mercados de nuestro país se venden a 600 euros por metro de altura. Ejemplares adultos superan los 12.000 euros y si a esto le añadimos la edad que tengan y el valor sentimental, el precio es incalculable. Tardan años en crecer y muchas de las que están muriendo son centenarias. La triste realidad es que, desde el inicio de esta invasión del Picudo, unas 100.000 palmeras han sido destruidas. Sin embargo a día de hoy, afortunadamente, el avance en las técnicas y en los tratamientos augura una alta probabilidad de supervivencia a nuestras palmas. La cuestión es que poco se está haciendo por parte de la Administración y de los particulares y se opta más por destruirlas o dejarlas morir lentamente, que por salvarlas. Aprovechamos para denunciar la mala praxis que supone la tala de aquellos ejemplares con apariencia sana, sólo por intuir u observar la presencia del Picudo en alguna palmera cercana. Esta práctica no es más que una forma de “quitarse el muerto de encima” y ayuda a propagar la plaga más que a erradicarla.

26 de octubre de 2011 (Conil)

8 de noviembre de 2011 (Conil)
Las palmeras de aspecto sano han sido taladas, a este paso la acción humana acaba antes con las palmeras que el Picudo

También aprovechamos para denunciar la actuación del Ayuntamiento de Conil que sólo ha optado por salvar las diez palmeras ubicadas en la Plaza de Santa de Catalina de algo más del centenar de palmeras de esta variedad que son propiedad municipal. La desidia y el abandono queda patente en este vídeo.

Según Michel Ferry, Ingeniero agrónomo y Director de la Estación de Investigación Phoenix (Elche, Alicante) -cuyo objetivo es preservar el palmeral histórico de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-, “la mayoría de las administraciones no son capaces de aconsejar correctamente a las personas o a las instituciones que quieren salvar sus palmeras. En realidad, no sólo no son capaces de aconsejar sino que no quieren que se difundan informaciones sobre las técnicas y estrategias que hay que adoptar para erradicar esta plaga. Estas informaciones van en contra de su posición que les permite considerar esta plaga como establecida y así quitarse toda responsabilidad y justificar su inacción. (Tengamos en cuenta que la Administración nacional o las regionales, tienen la obligación legal de erradicar esta plaga de cuarentena, que además ha entrado y ha sido difundida en España debido a un error técnico muy grave)”.

En  este Centro de Investigación se ha elaborado un método que permite salvar a las palmeras del Picudo: “Si la infestación es superficial, si el insecto no ha llegado a la yema terminal, se podría llevar a cabo una actuación a modo de intervención quirúrgica, eliminando las palmas afectadas y limpiando la zona en la que se haya detectado la presencia de larvas o pupas. De este modo y aplicando los tratamientos con los que se está trabajando, si la yema terminal no ha sido afectada, la palmera puede salvarse. (La colaboración de la empresa Fertinyect es clave en esta lucha ya que es la que ha desarrollado un insecticida sistémico que se inyecta en el tronco de la palmera con unos excelentes resultados).


Inyectores en el tronco

Según Michel Ferry, se están dando numerosos errores técnicos defendidos a menudo por supuestos expertos de las palmeras y publicados en folletos por la mayoría de las administraciones entre los que destaca:

-    Primer error: limitar la poda a unos meses del año. Se constata que la poda constituye una herramienta imprescindible para detectar de manera precoz las palmeras infestadas. La medida de recurrir a la poda en cualquier momento del año, ha sido adoptada en varios países europeos como una medida obligatoria en las zonas infestadas. El consejo de no podar porque al hacerlo se liberan kairomonas (hormonas vegetales) que atraen al Picudo, y que la cicatriz que queda es una puerta abierta a la infestación, no ha frenado el avance del insecto que sigue colonizando palmas sí o sí  -aunque no esté podada la palmera-, ya que el Picudo está en constante migración y se desplaza colonizando e infestando las palmeras estén como estén. Sin embargo sólo a través de la poda podremos inspeccionar el grado de afectación de la palma y esto permitirá aplicar los tratamientos fitosanitarios con mayor éxito. Así pues “la poda no aumenta el número de palmeras infestadas y no facilita la infestación, es más, supone abrir una ventana al núcleo de la infestación. Después de la poda hay que tratar las palmeras con los productos fitosanitarios autorizados y los picudos morirán cuando intenten infestarlas. Esto va contribuir a reducir su población”.

-    Segundo error: presentar los síntomas que se aprecian en las palmeras como terminales y no como síntomas iniciales o precoces. La idea difundida, y que está muy generalizada, es que una palmera con síntomas (caídas y decoloración de hojas), está “acabada” y esto es algo completamente erróneo. Sólo la infestación total del Palmito acaba con la vida de la palmera. A través de las hojas detectamos los primeros síntomas de infestación pero éstos no son los últimos. ¡Una palmera con evidentes signos de infestación se puede salvar!

-    Tercer error: la ausencia total a cualquier referencia sobre la técnica de saneamiento de las palmeras infestas para su recuperación. Sólo se mencionan los tratamientos fitosanitarios y no se nombran técnicas y estrategias que garantizan el éxito de la aplicación de los mismos.

La Laja destaca también el error que se está cometiendo haciendo creer que el costo de las palmas es elevadísimo lo que propicia la tala prematura de  ejemplares sanos o la inacción por parte de los particulares. Pensamos que no es más que otra forma de justificar la administración su falta de inactividad en la lucha contra el Picudo.

Dicho esto es importante saber que:

-   El saneamiento de la palmera y la aplicación del tratamiento, a través de pulverizaciones foliares e inyecciones al tronco, garantiza la supervivencia de nuestras palmas y la reducción de la población de Picudos. La aplicación de estas técnicas y tratamientos es lo único que tenemos para erradicar este azote. En nuestro país no existen los depredadores naturales del picudo que merman su población y obstaculizan su extensión como plaga. Y evidentemente no vamos a importarlos porque podría desencadenarse un problema mucho mayor.

-    El tratamiento se debe administrar por empresas y/o técnicos autorizados. La probabilidad de éxito, según ingenieros técnicos agrícolas, es de un 95%, y no ofrecen una cifra más alta  porque nada es seguro al cien por cien.

-    A un particular salvar su palmera le supone un coste de 60 euros cada cuatro meses, más el saneamiento inicial y la retirada de restos que se pagaría sólo al principio y no pasaría de los 200-220, pero esto sólo, insistimos, la primera vez. Ya después la media no supera los 15 euros mensuales. Si un particular es propietario de varias palmas el precio medio se reduce considerablemente. También es cierto que si la administración se ocupara de estas labores -pasando después factura-, el costo bajaría, ya que el precio de una inyección es de 10 euros (a esto hay que añadir la mano de obra y los desplazamientos), pero si lo hiciera la Administración -ya sea Autonómica, Provincial o local-, las inyecciones se comprarían en grandes cantidades lo que, evidentemente, abarataría el costo. Y si encima la aplicación de las técnicas y de los tratamientos se realizara por técnicos u operarios municipales, descendería el precio mucho más, de hecho algunos expertos hacen un cálculo de 50-60 euros al año por palmera. Pero como la realidad es la que es, pensamos que 15 euros al mes no es dinero y que merece la pena pagarlos para salvarlas.  

-    Las palmeras, independientemente de su ubicación, ya sean públicas o privadas constituyen parte de nuestro patrimonio natural rural y urbano. La titularidad no debe ser un pretexto a la hora de intervenir para que se apliquen las técnicas y tratamientos ya que todas las palmeras son un bien común en tanto que exornan nuestros campos, pueblos y ciudades, motivo más que suficiente para preservarlas, independientemente de cual sea su ubicación y/o titularidad.

La Laja lanza esta pequeña hojilla no sólo para informarle sobre la existencia de unos métodos, estrategias, cuidados y tratamientos para salvar las palmeras, sino para decirle algo que la Administración aún no ha dicho: QUE SE SALVAN.


Palmeras saneadas y en tratamiento (Puerto de Santa María)

No tenemos interés en promocionar ni favorecer a ninguna compañía o firma, pero creemos que igual que le proporcionamos el contacto de la Consejería de Agricultura y Pesca -por si quiere recibir información por parte de la Administración-, tenemos que dejarle el de la empresa  FERTINYECT que, en colaboración con el Centro Phoenix, ha dado con la tecla en los tratamientos –hasta el momento los más eficaces- para combatir al Picudo. Ésta le informará de sus distribuidores y de las empresas especializadas y autorizadas para aplicarlos.

AYUNTAMIENTO DE CONIL:
Teléfono: 956440306 
Extensión 47 (Concejalía de Medio Ambiente)

SERVICIO DE SANIDAD VEGETAL (JUNTA DE ANDALUCÍA):
Teléfono 955 032 332
Correo electrónico picudorojo.cap@juntadeandalucia.es (Aunque os recordamos que en el protocolo de actuación elaborado por la Consejería de Agricultura y Pesca presenta numerosos errores técnicos de los comentados anteriormente).



FERTINYECT, S.L.C
Avda. los Molinos, 10 Córdoba
Teléfono: 957 498 956


Nuestro fin es despertar las conciencias para actuar con firmeza, aunque está claro que sólo una acción global, un planeamiento conjunto y una buena coordinación, pondrían freno a esta plaga. Mientras tanto ponga a salvo la suya. No se arrepentirá.

miércoles, 19 de octubre de 2011

PARQUES Y JARDINES: CUANDO SE UTILIZA “EL VERDE” PARA DECORAR LAS URNAS (Abandono y deterioro de los espacios verdes y públicos en Conil de la Frontera)

¡VOTA VERDE!
Estamos pensando, y nos duele, que el Ayuntamiento desprecia todo aquello que tenga que ver con “lo verde”. Haciendo un rápido recorrido por los rincones más “amazónicos” de nuestro pueblo veremos como el avance del “desierto”, propiciado por la desidia y la mentira de unas siglas que ya no engañan a nadie, es imparable.

Parque litoral situado en la parte frontal del Hotel Fuerte

Podremos ser unos auténticos peñazos repitiendo, sin respirar y sin pestañear, que el bosquecillo de la Fontanilla fue talado para construir esa especie de” hotel-aeropuerto-centro comercial-hospital-palacio de congresos”, más propio de Ohio que de Conil, y no moriremos por ello. Así que volvemos a decir que centenares de árboles fueron arrancados para construir “El Gran Conil”, dejando una mínima muestra de lo que aquello era, con la que pretenden  sorprender al turista (por aquello de que hay que ser sostenible y respetuoso con el medio), y sobre la que han ejecutado  una especie de circuito sobre tablones de madera que desemboca en dos miradores que asoman a nuestras espectaculares playas para deslumbrar al personal con las maravillas que tiene el municipio. Pero cuando miramos hacia atrás nos ciega  ese “hotel-aeropuerto-centro comercial-hospital-palacio de congresos” ¿de Ohio?, que ocupa el lugar del histórico bosquecillo de la Fontanilla, que recordaremos siempre y al que nos referiremos como uno de los símbolos que “avalan” la política verde del equipo de gobierno. ¿Somos pesados? Pues esta canción no vamos a parar de repetirla.

Parque situado en la parte delantera del Hotel Fuerte (Desde la primavera y aún en estas fechas están los restos vegetales en la zona)

Parque de la Atalaya. Zona situada a la entrada del Hotel Conil Park

Parque de la Atalaya. Zona a la entrada del Hotel Conil Park

Damos por sentado que uno de los puntos del convenio cerrado por el consistorio y esta especie de “nave matriz” posada sobre La Fontanilla es, que tanto la construcción  como el  mantenimiento del circuito de tablas que recorre “los restos del naufragio”, así como el cuidado de estos, corren a cuenta de los “marcianos”.  Del mismo modo que la responsabilidad de los cuidados  del parque situado en la parte anterior del Hotel Fuerte I y Fuerte II, recaía sobre esta cadena y los jardines estaban frondosos y lozanos… Pero parece ser que este año “aquel compromiso”, firmado o pactado, ha expirado y la conservación y cuidados de los jardines ha pasado a manos del Ayuntamiento. ¡Y se nota! ¡Vaya que si se nota!  Cuando la gestión la realiza un particular el espacio es un jardín en condiciones, pero en cuanto pasa a manos del consistorio se convierte prácticamente en un solar abandonado a su suerte. Sólo hay que echar un vistazo a la zona frontal del parque de la Atalaya (donde está el kiosco-bar). La diferencia es bestial. ¡ESTÁ IMPECABLE! Nuestra felicitación desde La Laja a Pedro de Alba que lo cuida como los ingleses cuidan sus parques. ¡ENHORABUENA! Lo que demuestra que es cuestión, no sólo de educación, sino respeto por “lo verde”, voluntad, sensibilidad y buen gusto.

Parque de la Atalaya. Zona mantenida por el Kiosco-Bar de la Atalaya

Parque de la Atalaya. Espacio cuidado por el Kiosco-Bar de la Atalaya

Y si visitan ustedes “las zonas verdes” del pueblo (aquí nos referimos exclusivamente a plazas, plazuelas, calles y jardines del casco urbano y perímetro más próximo),  comprenderán el porqué de lo demás. “Donde fueres haz lo que vieres” dice el refrán así que  “Voy a ser yo el único idiota que mantenga limpio el pueblo” (Bueno ya tenemos a Pedro, pero Pedro por favor sigue siendo idiota, tal vez termines contagiando al resto. ¡Ojalá!).
Parque de la Atalaya. Zona del Kiosco-Bar

A destacar el parque tipo Alameda que discurre entre las calles Torre de Hércules y Torre de Roche, en la Atalaya. Es todo un ejemplo de abandono. Árboles y ejemplares de arbustos que mantenían un buen porte y una envidiable floración (y costosos), este verano se han secado, o presentan un estado lamentable, por falta de riego ¿hay sequía? ¿De dinero?... Fue espectacular el Castillo de Fuegos Artificiales, que como guinda para pastel, cerró la Feria de las Virtudes este año. El mejor tal vez de los últimos años… Dos ferias mantiene el pueblo de Conil, lo que contrasta con la actual situación de crisis… Precisamente se cuentan ya por decenas los municipios en Andalucía que han suprimido sus ferias y eso que sólo tienen una…

Vegetación seca en el Jardín que discurre entre las calles Hércules y Torre de Roche
Arbustos y árboles secos por falta de riego este verano en el parque situado entre las calles Hércules y Torre de Roche

Otro ejemplo que abruma y deprime es la Plaza del Molino situada en la parte alta del Barrio de La Mar. Algunos vecinos lo describen como “una plaza meadero y algo más…” A parte de la pésima conservación del recinto y del molino, la zona que se ajardinó ha sido casi devastada, sólo las adelfas perduran porque son de naturaleza dura y los bancos de asientos están destrozados. Un sitio que bien conservado tendría gancho y resultaría muy agradable de disfrutar: sentarse en un banco bajo la sombra de un árbol; observar las vistas que ofrece del Pinar de la Atalaya y del mar. …

Plaza-mirador del Molino en el barrio de la Mar
                                           Plaza-mirador del Molino. !Bonitos parterres!
Plaza-mirador del Molino. ¡Zona verde!
Plaza-mirador del Molino. !Mobiliario urbano en perfecto estado!

Otra clara muestra de desinterés y buen deshacer, por y de  las zonas verdes y públicas de Conil, es el parque situado entre la Avenida de la Música (Ronda Norte), Camino de Chiclana y Juan Sebastián Bach. Para situarnos mejor, el que está frente al Mercadona. ¿Lo han visto alguna vez limpio y verde? Creo que hoy por hoy es uno de los jardines de “hierbajos”, matojos secos y bolsas de plástico más consolidado de la provincia de Cádiz. Sólo cuando lo abrieron lo vimos verde y limpio…
Jardín Avda. de la Música. Vegetación salvaje y árboles secos

Jardín Avda. de la Música. Vegetación silvestre seca, papeles y plásticos...

Jardín Avda. de la Música. ¡Un espacio para disfrutar!
Pero si quieren una prueba, tal vez más patética y bochornosa, sobre mantenimiento y promoción de estos espacios vayan a dar a un paseo al  mirador “El balcón de El palmar”. Es uno de los espacios más jóvenes y  peor cuidados de la Villa. Aunque su aspecto acompaña al conjunto urbano en el que está inmerso. Es un fiel y leal ejemplo del episodio urbanístico que hemos vivido los últimos años en este país, ya que toda la zona residencial, con el jardín público incluido, (ejecutado en la última década y la mayor parte en el último lustro) es de pésima calidad (Pinchad aquí). Sólo hay que observar las enormes y tremendas grietas que recorren las fachadas de los edificios y el material usado para equipar los espacios públicos: Está todo despedazado y las grandes matas de hierbas secas junto a un césped seco o arrancado, relucen con todo su “esplendor”… Se salva este mirador por las envidiables y casi delirantes vistas hacia El Prado-Castilnovo, hacia los Cerros de Patría, del Higuerón, Buenavista y los montes del Marqués en el Parque Natural de la Breña.

Paseo-jardín-mirador de "El Balcón de El Palmar".
Paseo-Jardín-Mirador de "El Balcón de El Palmar". ¡Perfecto estado de mantenimiento!
Paseo-Jardín-Mirador de "El Balcón de El Palmar". ¡Cuidado!
Visto  lo visto, y  viendo que cuando no hay interés no lo hay, por mucho “Verde” que nos intenten meter en campañas de sensibilidad, en Agendas 21, en DVD para que lo trabajen los alumnos en clase… y en épocas electorales, tal vez lo más acertado -dado la desastrosa gestión sobre estos espacios- sea  recuperar el modelo de zona “verde”, pionero, criticado, y el origen de la actual política sobre plazas, parques y jardines en Conil. Nos referimos a la “plaza del Chapapote” en El Santo o Los Molinos. A partir de este modelo original se percataron de lo barato y fácil que puede ser conservar una plaza o parque: Alquitrán cada diez años, bancos de  acero y árboles salteados resistentes al frío, calor, lluvia y sequía… Además se cuidará mejor porque siempre estará vacío… En realidad sólo hay gente cuando entran y salen los niños del colegio.

Plaza del "Chapapote" (El Santo). Alquitrán por "verde"
Plaza del "Chapopete" en El Santo. Modelo pionero de espacio público en Conil

Pero aún más rentable sale el tema si, como en el mirador del Jabiguero, el césped de los parterres se pone de plástico… Lo que ya dijimos: Cuando caigan las Palmeras de la Plaza de Santa Catalina a causa del Picudo (ya está cayendo la primera), nos las pondrán como las que ponen algunos restaurantes en sus puertas, de plástico pero con cocos incluidos.

Parterres en el mirador de la Fontanilla con cesped de plástico
El desinterés por las zonas verdes, por nuestros árboles y flora en general, dice mucho de la condición humana y por ende de un pueblo o ciudad. Un parámetro que mide la Calidad de Vida de una localidad, es el número  de metros cuadrados de zona verde por habitante. De nada sirve tener  muchos si éstos son de plástico o están secos.
¿Futuras palmeras de la plaza de Santa Catalina?

Hemos enumerado sólo los espacios más llamativos por su deterioro y abandono, a causa de la mala gestión del Ayuntamiento pero no podemos olvidar la parte que nos toca como usuarios de estos parques, jardines y plazas, ya que tenemos nuestro granito de responsabilidad. Disfruto perdiéndome por el barrio de La Mar viendo sus calles y mini plazoletas cuajadas de macetas y arriates llenos de plantas. Si este ejemplo y esta actitud, saliera fuera de esos callejones Conil podría presumir de parques y jardines. Pero este empujón hay que darlo desde arriba y desde ahí actuar, primero con firmeza para atajar el vandalismo que asola a la población y cuyas víctimas primeras son siempre estos espacios, lo que a su vez desmotiva a la gente, y después con empeño, como el que pone Pedro en la Atalaya, porque si se puede hacer aquí,  es que se puede hacer en los demás sitios. Es evidente que sin sensibilidad es imposible, pero si  la tenemos y encima somos constantes y tozudos podemos conseguirlo. Sólo nos falta la ayuda, o mejor dicho,  la prioridad que conceda el consistorio a este tema, ya que  todo empieza por esto.
Terminamos con una frase como suele hacer nuestro señor alcalde en sus escritos, comunicados o declaraciones:
“Yo adoro los árboles, adoro sus colores. A mis ojos, representan la vida y el espíritu. Lo digo a menudo: el paraíso es ciertamente verde”.
Wangari Maathai (Premio Nobel de la Paz 2004)

+ 25 de septiembre de 2011

viernes, 7 de octubre de 2011

EL SILENCIO DE LAS PALMERAS


                                          Palmera situada junto a la Torre de Guzmán (Conil)

(publicado en Diario de Cádiz el 2.1.2011)

             Un recorrido por la costa andaluza puede provocarnos un estremecimiento ante el espectáculo de centenares de palmeras con sus cabezas dobladas o secas, o simplemente sin cabeza, es decir sin copa, sin hoja alguna, como si fueran postes de telégrafos, que es el estado en que quedan una vez que la plaga del picudo rojo ha consumado su devastación. Hermosas palmeras que poblaban nuestro país desde la época árabe (canariensis o datilíferas), de esbeltos troncos,  con esa flexibilidad que las hace casi inmunes a los vientos, parte inseparable de nuestro paisaje urbano y rural, …han ido cayendo una tras otra como resultado de la codicia humana y de la dejación de funciones de los organismos “competentes”, aunque el responsable inmediato sea esa plaga del picudo rojo.
             Una palmera crece como media unos diez o veinte centímetros por año. En consecuencia, cualquiera de mediano porte puede tener veinte, treinta, cuarenta o más años.  Quiere esto decir que no hay vivero que pueda producir estas  palmeras en cantidades industriales y en consecuencia la importación, para su venta -de Túnez, de  Israel, de Egipto fundamentalmente-,  se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos de los últimos tiempos,  ya que por una de ellas pueden pagarse en origen 60 € y venderse después en 6.000 € (aunque los precios han ido oscilando y ahora hay a la venta palmeras de 5 metros por 1.500 €).  Además parece ser que chorrean dinero a su paso, de ahí el interés de bastantes ayuntamientos en convertir su término municipal en un palmeral.  

                                   Palmeras afectadas en la Fuente del Gallo (Conil)
           Hace aproximadamente veinte años que con ellas se introdujo una auténtica plaga bíblica que  propaga un escarabajo denominado picudo rojo, un gorgojo gigante  que tiene un radio de vuelo de hasta cinco kilómetros y que una vez instalado en una palmera acaba con ella.  Las orugas de este escarabajo socavan grandes galerías en las partes más tiernas de las palmas  y en el propio corazón de la palmera, en las que construyen, utilizando su fibra, capullos similares a los de los gusanos de seda pero cinco o seis veces mayores, llegando a instalar colonias de centenares de ellos. Los picudos van saliendo y devorando la planta cuyo final es la muerte, por una conjunción entre el destrozo provocado y  la fermentación de los excrementos y de las zonas afectadas, que  eleva la temperatura en el corazón de la palmera hasta casi quemar. De poco sirven los plaguicidas porque, suponiendo que se logre la eliminación de los atacantes, estos pueden volver en otro momento.
 A mí no me habría preocupado que el insecto acabara con esa otra plaga – una invasión norteamericana, en este caso- que es la de las palmeras washingtonias, que, plantadas masivamente, han escapado de los jardines invadiendo cunetas y trepando por los montes. Parece que estamos en América, también por esto. Pero es que el dichoso insecto solo ataca a las datileras y canariensis. Y al parecer ya se ha pasado a los palmitos. Un desastre.

                                                      Palmeras infestadas en Vejer (Cádiz) 

            En este país llamado España existe un Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que cuenta con una Subdirección General de Acuerdos Sanitarios y Control en Frontera, cuyo cometido es la prevención y vigilancia fitosanitaria en frontera, controles en  sanidad vegetal y coordinación con las CC.AA. Mucha estructura pero esto no ha funcionado. Las palmeras han continuado entrando por nuestros puertos; los ayuntamientos –con una irresponsabilidad absoluta-  han seguido  trasegando con palmeras de un lado a otro; las podas de las mismas (terribles las del Ayuntamiento de Cádiz, en donde a veces las dejan con solo tres o cuatro palmas) se han mantenido,  aun a sabiendas de que el picudo acude preferentemente a la palmera podada; las palmas y otros productos de la poda han circulado alegremente por las ciudades en lugar de quemarse de inmediato, siendo frecuentemente esparcidos por distintos lugares.  Todo un cúmulo de despropósitos, con resultados nefastos: la desaparición de numerosos oasis  del NE de África, vendidos al mejor postor;  la especulación (y presunta corrupción) desatada en torno a las palmeras; la muerte de numerosos ejemplares que se han plantado alegremente en el propio cemento, sin acondicionarles siquiera alcorques adecuados con tierra suficiente; y, lo que es peor: la propagación de esta plaga por toda España.
              Ahora han comenzado a exigir cuarentena a los ejemplares importados ¿Pero que ha sucedido en los 19 o 20 años anteriores, desde que se detectó la plaga?  Aquí tenían que rodar cabezas: En el Ministerio, en las CC.AA. y en los Ayuntamientos. Y desde luego prohibir las importaciones.  Pero en este país nadie responde por nada.           
Cádiz, 1 de enero  de 2011
Fdo.: Purificación González de la Blanca,
Cofundadora de AGADÉN

viernes, 23 de septiembre de 2011

EL PICUDO NOS ATACA ¿CÓMO LO COMBATIMOS?


Entre estas dos fotos(tomadas en la primera quincena de septiembre) no hay ni una semana de tiempo.


En los últimos meses estamos viviendo en Conil el ataque del Picudo rojo sobre nuestras palmeras. La más cercana a la Torre de Guzmán está bastante afectada y en el Paseo del Atlántico existen varios ejemplares infectados.  De hecho la que daba cobijo y sombra a los niños que jugaban en los columpios de un conocido bar-restaurante, pequeñita como ellos, muestra hoy su corona sin palmas.
Pero el episodio más grave que hemos visto en la primera quincena del mes de septiembre ha sido el de las palmeras de la zona de “El Pasaje”. Dos ejemplares de Phoenix Canariensis, que bien superaban el medio siglo de edad, han sido talados. Uno de ellos, tal como podéis ver en las fotos, estaba bastante afectado -podríamos decir que muerto-, pero el otro, a simple vista, no se veía en absoluto que lo estuviera, mostrando sus palmas en todo su esplendor. Vamos a dar por hecho que el Picudo había empezado a colonizarlo debido a la proximidad con el ejemplar infectado, aunque no siempre es así. La realidad es que hace unos días talaron las dos palmeras. Sinceramente, nunca hemos visto en otros municipios (en los que con saña se está desarrollando esta plaga), talar un ejemplar que no mostrara síntomas de estar enfermo, y más estando, hoy por hoy, este género de palma protegido.
Desde La Laja podemos entender el costo extra que suponen los tratamientos a aplicar y al que muchos particulares no podrán hacer frente. Desgraciadamente no hay ayudas ni subvenciones por parte de la administración, así que con todo el dolor de nuestra alma comprenderemos que tendrán que dejarlas morir.
Pero ¿hasta qué punto la intervención que se ha realizado, en este caso concreto, es correcta? Si nos detenemos a pensar y a analizar las cosas, la solución no está en “quitarse el mochuelo de encima antes de que se me pose y largárselo a otro”. Sin embargo, parece ser precisamente lo que se está haciendo. Siguiendo esta regla de tres pocas palmeras veríamos ahora en campos, pueblos y ciudades.  Si tengo cinco palmeras en el jardín de casa y una está ya casi muerta pero las otras conservan su lozanía, más supongo o detecto la presencia en ellas del escarabajo, ¿corto todas?  Pues no. No es la solución, ni lo correcto. Aunque infiramos que por motivos económicos no se pueda aplicar los tratamientos, pedimos responsabilidad a la hora de actuar porque de lo contrario contribuiremos a propagar el mal.
Dicho esto, queremos dar por hecho de que la tala de las palmeras del Pasaje se ha realizado siguiendo el protocolo de actuación que marca La Junta de Andalucía. No lo sabemos, pero queremos pensar que sí, más cuando nos consta que uno de los propietarios ostenta un alto cargo público cuya nobleza le obliga a tener un mínimo conocimiento del tema, al que por otro lado se le está dando bastante difusión en los medios desde hace algunos años. Pero aún en el supuesto de que no se hubieran dado estas circunstancias, debe haber sido informado correctamente por el Ayuntamiento en el momento de solicitar el permiso para la tala de las mismas, ya que es norma obligada presentar solicitud de poda o tala de árboles de gran porte, motivada por sus dimensiones y las arduas labores a realizar que pueden afectar al viario público y a la seguridad ciudadana. Máximo aún, cuando la misma Junta dicta un protocolo de actuación específico para la infestación de las palmeras provocada por este pequeño  monstruo asiático.
Pero insistimos, asumimos que se cumplió el formulismo a la hora de proceder a las talas de las palmeras. Así, dando por seguro que se han seguido todas las pautas de actuación, que por real decreto son de obligado cumplimiento… nos surge otra duda. ¿La Junta permite que se talen ejemplares que presentan un aspecto sano? Pues No. No lo permite aunque se haya detectado la presencia del picudo. El  protocolo ordena primero ponerla a salvo, y solo cuando ya el mal sea irreversible, entonces cortar. Pero antes, jamás. Como ya hemos dicho, si todo el mundo actuara así ya no tendríamos palmeras en este país y además contribuiríamos a propagar la plaga, ya que hay que tener en cuenta un factor clave: el picudo se alimenta de todo tipo de palmeras, pero tiene preferencias y se “derrite” por la del género Canariensis, es decir, que mientras tenga de éstas, difícilmente meterá el diente en las datileras, washingtonias, etc… Porque está claro que si yo me quedo sin A, empezaré a alimentarme de B. Tampoco estamos proponiendo dejarlas de carnaza al picudo para que  no ataque a las otras, nos referimos tan sólo a que esto facilitaría la propagación del insecto. Apostamos por la prevención, tratamiento curativo y eliminación exitosa de este letal parásito.
Pero lo hecho, hecho está, y pasamos a considerar el caso de las palmeras del pasaje como la novatada, como una mala anécdota y un ejemplo a no seguir por los demás. Si ven al picudo asomarse y asentarse en sus jardines como un huésped sin honor, al que por supuesto no recibirá con los collares hawaianos, pidan asesoramiento al Ayuntamiento y opten por  seguir las pautas de actuación para no cooperar en la propagación de esa plaga.
El Ayuntamiento está obligado a realizar un inventario de todas las palmeras, sean públicas o privadas, a localizarlas geográficamente y a informar y formar a los propietarios de cómo hacer frente a este maldito escarabajo criado en los mismísimos infiernos. Y deben saber que hay tratamientos preventivos, tratamientos curativos e “in extremis” (muerte de la palmera), la tala o poda que debe realizarse como dicta la Consejería de Agricultura y pesca,  porque de lo contrario estamos siendo cómplices de un asesinato en serie de nuestras insulares palmeras canarias.
Concluyendo, no podemos consentir que se actúe bajo la consigna “yo ya barrí mi acera (dejando la mierda en la del vecino), ahora que barra él la suya”.
Por este motivo hemos elaborado un brevísimo resumen sobre la forma de actuar de este maligno insecto: su origen, ciclo biológico e infestación de la palmera, dispersión, y protocolo de actuación. Quien quiera disponer de una información más amplia y exhaustiva puede hacerlo a través de los enlaces destacados o dirigirse al Ayuntamiento de su localidad donde, sin dudarlo, le informarán de cómo proceder según la fase en la que se encuentre su desafortunada palmera.
Os dejamos aquí el breve informe que hemos elaborado, a modo de guía rápida, para hacer frente al Picudo. (Para descargar el documento pinchad aquí)

EL PICUDO: INFORMACIÓN BÁSICA Y PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

Palmera afectada junto a la Torre de Guzmán

Las palmeras, sean públicas o privadas, son patrimonio de nuestro entorno más cercano e inmediato. Por este motivo la administración, en este caso el Ayuntamiento, debe informar y concienciar a los ciudadanos propietarios de palmeras y formarlos para hacer frente a la amenaza del picudo, y cómo actuar con los restos de las palmeras si han sido afectadas, para no ayudar a propagar la plaga.

ORIGEN:

El Picudo es un insecto originario del Sudeste asiático que se ha extendido a los países árabes y al norte de África, y de aquí ha cruzado a la otra orilla del Mediterráneo afectando a nuestro país debido al comercio de palmas durante los años de la llamada burbuja inmobiliaria: el exceso de construcción originó un masivo ajardinamiento de las zonas construidas. La escasez de palmeras en nuestros viveros provocó que se importaran sin control desde estos países afectados. Es en Andalucía, en el año 1995, donde se dan los primeros casos, extendiéndose rápidamente por el resto del país y la península Ibérica.
En sus países de origen se alimentan del género Coco nucifera L. pero en nuestro país es el Phoenix canariensis el más afectado. Ante la ausencia de ésta, la amenaza se extiende a la palmera datilera y a la Wanshingtonia. Ningún género está a salvo de este letal escarabajo.

CICLO BIOLÓGICO DEL PICUDO E INFESTACIÓN DE LA PALMERA


El Curculiónido ferruginoso, conocido popularmente como Picudo Rojo, es un insecto de 2 o 3 cm que necesita de tres o cuatro meses para desarrollar todas las fases de su ciclo biológico (huevo, larva, pupa y adulto), por lo que puede llegar a tener un mínimo de tres generaciones al año.
Son los adultos cuando no hay vegetal interno para alimentarse los que abandonan la palmera cuando ésta no puede acoger una nueva generación. La hembra, que abandona la palmera fecundada, deposita los huevos (hasta 400) en otras, preferentemente en palmeras con heridas de poda o debilitadas al haber sido trasplantadas recientemente. Se repite así el ciclo destructivo. El efecto destructor lo tiene la larva que penetra por el capitel llegando al tronco o estípite, y va perforando galerías que pueden llegar a medir un metro de longitud. Estas galerías, se van ramificando y pronto la parte central del capitel amarillea y se marchita. En pocas semanas la corona entera estará afectada y si daña la yema apical (palmito), la palmera morirá. El adulto empezará la colonización de una nueva.
El mayor período de actividad es de marzo a octubre por las altas temperaturas, aunque el ataque dura todo el año a causa del invierno templado que tenemos en Andalucía y por desarrollarse en el interior de la palmera.
Una sola palmera afectada puede ser el inicio de una gran plaga pues puede albergar hasta mil individuos y solaparse en ella varias generaciones. El que se desarrolle en el interior de la palmera los protege de posibles enemigos naturales y de los tratamientos fitosanitarios, así como de las condiciones climáticas, ya que aunque su origen es tropical se adaptan perfectamente a las zonas desérticas con temperaturas extremas y a las zonas templadas como es el Mediterráneo. Otra ventaja que juega a su favor es que los síntomas son visibles con un retraso que puede ir desde los tres meses hasta un año. Por esto, la detección precoz es primordial en el control de este mal que acecha a nuestras palmeras.
DISPERSIÓN:


El adulto se desplaza volando o caminando, esto último lo hace cuando se ha ubicado en una palmera. El Picudo se siente atraído por:
-         Los kairomonas (sustancias volátiles) que  se desprenden de la palmera cuando ésta sufre heridas por golpes o cuando se realiza una poda sin tratar.
-         Por los feromonas, sustancias que ellos mismos segregan para atraer a otros individuos.
El viento juega un papel importantísimo ya que vuela contra él siguiendo el rastro de los kairomonas y de los feromonas. La capacidad de  vuelo del picudo está entre tres y cinco km, por lo que  la dispersión más peligrosa es la que se hace a larga distancia debida al comercio y al movimiento sin control del material contaminado. Una vez más la acción del hombre ha sido decisiva en la propagación de la plaga por no haber tenido control de las plantas infectadas.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN:


Según Decreto 77/2010 de 23 de marzo, donde se califica de utilidad pública la lucha contra el curculiónido ferruginoso de las palmeras (picudo rojo), se establecen las medidas obligatorias para su prevención y lucha.
La Consejería de Agricultura y Pesca marca un protocolo de actuación, que resumimos a continuación:
-         Es de obligado cumplimiento conocer la distribución de las palmeras en el municipio, sean de titularidad pública o privada, así como la situación geográfica de las mismas para planificar todas las acciones para prevención y control del picudo.
-         La vigilancia debe realizarse con una periodicidad mensual.
-         Aplicar tratamientos fitosanitarios cada 60 días en función de la época del año (la época de mayor actividad  del picudo se da de marzo a octubre). Si se confirma la presencia en la zona del picudo, habrá que aplicarlos cada 45 días.
-         Los tratamientos se realizarán por personal cualificado y que estén en posesión del carné de aplicador fitosanitario correspondiente.
-         Cuando la palmera esté muy infectada hay que eliminar las palmas y el tejido afectado con el fin de eliminar las formas vivas del picudo en la palmera, pero con cuidado de no dañar el ápice o cogollo de la palmera. Una vez limpia se aplica un fungicida de amplio espectro para evitar infecciones por hongos y se darán los tratamientos curativos autorizados.
-         En el caso de que la infección sea muy grave y que todas las hojas como la yema terminal estén afectadas, se eliminará de forma segura:
a)     Protección y aislamiento de la zona: Se extenderá un plástico o malla en el suelo y por los alrededores de la palmera para facilitar la recogida de los restos que puedan caer durante el proceso de arranque.
b)    Se eliminarán las hojas, y tanto éstas como otros  restos vegetales se pulverizarán con el tratamiento fitosanitario autorizado. Se rastrillará la zona y será fumigada. El material infectado se empaquetará en plásticos o mallas y será transportado al vertedero autorizado o a industrias que los destruyan mediante trituración. De no existir vertedero o industria, serán enterrados a una profundidad mínima de 2 metros. Posteriormente el enterramiento será apisonado. Es fundamental que el Ayuntamiento tenga a disposición de los ciudadanos un lugar de destrucción segura o  un espacio para enterrar los restos.
c)     A la corona y estípite, se les dará un tratamiento fitosanitario después de la eliminación de las hojas. Se envolverá con un plástico la cabeza y se separará del tronco con una motosierra.
d)    El estípite o tronco se podrá mantener si no está infectado sellando el corte con mástic (goma para sellar) o pintura asfáltica con insecticida, o bien se podrá cortar por la zona más cercana al suelo pero haciendo lo mismo en el tocón que queda: mástic o pintura asfáltica con insecticida.


En cuanto a las podas conviene saber:
            1.- Sólo podar hojas secas
            2.- No cepillar los troncos.
            3.- Si hay que podar hojas verdes (por medidas de seguridad ciudadana), la cicatriz se tratará con aceite vegetal y después se aplicará un mástic de poda.
            4.- Los cortes serán limpios sin provocar desgarros.
            5.- En las especies más sensibles (la Canariensis), hacer la poda entre los meses de noviembre y febrero y de forma preventiva aplicarle un tratamiento fitosanitario.
            6.- Los restos serán tratados y se transportarán tapados con plásticos o malla hasta un vertedero autorizado o lugar de enterramiento.

“Si no existe una formación y una concienciación por parte de toda la ciudadanía, todos los esfuerzos serán en vano”.




                                                SI NOS LO PROPONEMOS, ¡PODEMOS!

REFERENCIAS Y ENLACES:

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/Guia_rapida_Control_del_Picudo_rojo.pdf

http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2010:226:0042:0045:ES:PDF

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/decreto_picudo.pdf

http://www.diariodecadiz.es/article/elpuerto/1030508/picudo/rojo/gana/la/partida.html

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/resolucixn_picudo_-_2010-05-26.pdf